Ciudad llena de misticismo, de identidad propia, de historia, esta es Cusco, sin duda una de las ciudades más bonitas del mundo y gran orgullo de mi país.
Son muchas las veces que he escogido este destino viajero por diversas razones, y cada vez que he regresado a esta bella ciudad nunca ha dejado de sorprenderme.
Recorrer las calles de San Blas, pasar largas horas apreciando la ciudad desde sus diversos miradores, relajarse en la Plaza de Armas y conocer todas las maravillas que el Cusco tiene para ofrecer.
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